Es usual que se confundan los términos probióticos y prebióticos y es importante saber que ambos cumplen funciones distintas.
Los probióticos son pequeños microorganismos presentes en diversos alimentos y que tienen efectos beneficiosos en el organismo de perros y gatos, pues fortalecen su sistema inmunológico y digestivo.
Por su parte, los prebióticos son hidratos de carbono que sirven de alimento a las bacterias naturales presente en el tracto digestivo de perros y gatos (flora intestinal) y que sirven también como alimento para los probióticos.
Una de las principales diferencias entre probióticos y prebióticos, es que estos últimos no están vivos, por lo que resisten el calor, frío y condiciones de humedad adversas, razón por la cual es más recurrente su uso en formulaciones de alimento para perros y gatos.
Entre los principales beneficios de los prebióticos se encuentran:
- Mejorar la digestión y absorción de nutrientes
- Regular la producción de hormonas
- Mejorar el sistema inmunitario
Los prebióticos se encuentran de forma natural solo en los vegetales, por eso es usual que se utilicen en la elaboración de alimentos para perros y gatos.
De acuerdo con diversas investigaciones*, el consumo tanto de probióticos como de prebióticos han tenido un impacto positivo en el tratamiento de estas enfermedades:
- Dermatitis atópica
- Diarreas (agudas, por antibióticos y por rotavirus)
- Estreñimiento
- Sobrecrecimiento de Helicobacter spp.
- Diverticulitis intestinal
- Infecciones genitourinarias y respiratorias
- Trastornos neuropsiquiátricos
- Problemas bucodentales
- Obesidad y síndrome metabólico
- Cáncer
Con la incorporación de prebióticos en la dieta de perros y gatos, se favorece a mantener una flora intestinal equilibrada, lo que trae como consecuencia un sistema digestivo sano y por lo tanto una mejora del sistema inmunológico.