El plástico es, sin duda, una de las industrias que más desafíos tiene para lograr reinventarse e innovar creando soluciones que contribuyan a cuidar el medio ambiente. Desde hace ya varios años, el plástico ha dejado de ser parte de un flujo lineal dentro de la economía para dar paso a un flujo circular donde el reciclaje es pieza clave de su desarrollo y sostenibilidad en el mercado.
Protagonista de esta tendencia es el PET (polietilen tereftalato), una forma de poliéster. Su principal uso es para botellas de agua o gaseosas debido a su transparencia y alta resistencia.
El PET es la resina más reciclable y está categorizada con el número 1.
El PET reciclado se incluye en el proceso productivo de diversas categorías de productos, como envases termoformados, fibra textil e incluso sacos industriales.
Con los sacos industriales, por ejemplo, se puede incluir dentro del proceso productivo 100% de botellas PET recicladas post-consumo, lo que reduce significativamente la huella de carbono.
Las diferencias entre sacos elaborados con polipropileno y sacos rPET las explicamos en la siguiente tabla:
Definir qué saco es el más apropiado para tu negocio, depende de muchos factores, por un lado la funcionalidad, los costos y claro, la imagen que se quiera dar hacia el consumidor final. Entre esos factores se debe tener muy en cuenta que el ciclo circular del plástico ya es una realidad y la tendencia en usar materia prima reciclada dentro del proceso productivo va en aumento.
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